Llevo mucho tiempo buscando a mi sumiso, mi complemento, mi razón de ser... Y la razón por la que no lo he encontrado es un asunto de honestidad personal y valentía.
Un altísimo porcentaje de los hombres seguidores de las filosofías BDSM son "practicantes de fin de semana".
Desean ser humillados, pero un rato. Desean ser feminizados, pero un rato. Desean ponerse a los pies, pero un rato...
Juegan a ser, pero no son.
Muchos, la inmensa mayoría, estan casados comodamente en relaciones vainilla con esposas dependientes, sumisas y buenas amas de casa y madres. A las que mienten asquerosamente mientras buscan desesperadamente por los chats un Ama hotelera que satisfaga los mismos instintos que se no se atreven a asumir.
Otros no lo están, pero jamás presentarian en su casa a la mujer que los feminiza por las noches, Que miedo, por Dios, la madre y el Ama en la misma habitación tomando un café.
Para mi esos son cobardes.
Gente que se condena a si misma a vivir una existencia partida, dividida entre sus deseos y la sociedad. Esos no me interesan.
Por eso este blog es para una persona valiente, honesta con sus propias emociones que desee vivir sometido a una mujer dominante en todas las facetas de su personalidad.
Estas ahi? Te busco
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Son muy interesantes los principios que menciona de honestidad personal y valentía y, en mi opinión, todo lo que dice no sólo es aplicable a las relaciones D/s sino a las relaciones en general. Echa en falta esos principios en las relaciones D/s pero lo mismo ocurre:
ResponderEliminar* En relaciones de pareja vainilla, en las que la falta de esos principios obstaculiza y hasta llegar a bloquear la comunicación, entrando en una dinámica de progresivo aislamiento en la que dos personas siguen físicamente juntos pero nada más.
* En las relaciones inter-generacionales, en las que personas de la misma sangre y que viven bajo el mismo techo son completos desconocidos.
* En las relaciones laborales, en las que cualquier profesional con experiencia en Recursos Humanos sabe que esos principios brillan por su ausencia en un porcentaje muy significativo de cuanto se dice en las entrevistas personales.
Es totalmente cierto que un altísimo porcentaje de los seguidores de las filosofías BDSM son meros practicantes de fin de semana... Pero ésta realidad no es exclusiva en el caso de los hombres; hay también muchas mujeres, tanto dominantes como sumisas, que prefieren este enfoque. Este tema nos llevaría a una de esas eternas discusiones, repetidas periódicamente en cualquier foro de internet, sobre qué es lo auténtico.
Y, nuevamente, es algo que también podríamos extender a otras muchas facetas de la vida: a una chica le puede gustar el alpinismo y sentirse cómoda y realizada disfrutandolo como mera practicante de fin de semana, sin que por ello se le pase por la cabeza convertirse en una Edurne Pasaban.
Cualquier forma de pensar, cualquier actividad, cualquier afición se puede enfocar siempre como mero juego o como estilo de vida. Lo auténtico para cada persona es precisamente aquello que no entra en contradicción con su honestidad personal; por tanto, creo que siempre es necesario un enfoque tolerante y el mismo derecho tiene cualquier persona en enfocarlo como juego o como estilo de vida; sólo es cuestión de buscar entre quienes somos compatibles. Su caso parece ser que al enfocarlo como un estilo de vida está claro que nunca podrá congeniar con quienes lo ven como juego.
Personalmente, mi enfoque está en el estilo de vida pero, a partir de ahí, ya no vale pensar en una relación así con una mujer dominante sino que hay que hacerlo hacia alguien en concreto pues una ventaja que tienen quienes lo ven como mero juego es que es muchísimo más fácil encontrar alguien con quien jugar que quienes nos lo planteamos como estilo de vida y, precisamente por eso, comprendo a la perfección su frustración.
Para jugar nos puede valer casi cualquier mujer dominante, siempre y cuando haya compatibilidad a nivel de prácticas; pero al entrar en el estilo de vida el panorama cambia por completo porque esa dinámica de intercambio de poder, ese principio de vivir sometido, ese enfoque de la dominación y la supremacía femenina en la relación sólo pueden entregarse a una mujer que, aparte de dominante, sea mucho más. Y es cierto que muchos jamás presentarían en su casa a la mujer que los domina pero es que si es la mujer con quien enfocamos un estilo de vida así ya no sólo es la mujer que nos domina sino mucho más... Además, usted se define como normal, sin estridencias y que le gusta guardar las formas; lo cual tampoco se puede decir de mucha otra gente.
¡Mucha suerte y gracias por comenzar tan interesante blog!
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar